Inmigración | SueciaLos inmigrantes en Suecia son tratados como un grupo homogéneo
Todas las conductas diferentes que no se ajusta a las normas sociales dominantes suecas se agrupan y se atribuye a los inmigrantes, dice Salam Zandi, estableciendo paralelismos con los conceptos desarrollados por pensadores como Edward Said.
Los inmigrantes en Suecia no pertenecen a un grupo étnico lingüÃstica, ni entidad religiosa o cultural. A pesar de ello, muchos poderes públicos, polÃticos, intelectuales y las oficinas de estadÃstica no paran de tratarlos como un grupo homogéneo con caracterÃsticas definidas.
Existen algunos debates, por ejemplo, escribir sobre las niñas inmigrantes como un grupo de muchachas que tienen un problema compartido. Otros definen a los hombres inmigrantes que tienen una incapacidad inherente a respetar a las mujeres. Aquellos que se definen como los portadores del sistema de valores occidentales en ocasiones implica que los inmigrantes son esencialmente deficientes en su comprensión de la modernidad, estilo de vida occidental o de la integridad individual.
Además hay otros que definen colectivamente a los inmigrantes y les dan una serie de atributos comunes.
En cuanto a la cuestión desde la perspectiva de un análisis del discurso podemos establecer que los inmigrantes en Suecia se transforman en "los otros" - en los debates polÃticos, debates, artÃculos, textos, imágenes y datos estadÃsticos. "Los otros", como aquellos que son diferentes a los suecos nativos.
Cualquier comportamiento divergente o conducta que no se ajusta a las normas sociales existentes suecas se agrupan y se atribuyen a los inmigrantes. Incluso cuando alguien, que no es él mismo un sueco nativo, trata de mostrar un aspecto positivo de estos "otros", él o ella es incapaz de liberarse a sà mismo a partir de este marco.
La identidad de los "otros", los inmigrantes, se ha establecido y dentro de este marco circulan todas las nociones positivas, negativas y neutrales en torno a los inmigrantes. Todas las conceptualizaciones de los inmigrantes tienen lugar dentro de este. De acuerdo con el estudio de la lógica, no es lógico llegar a una conclusión verificada por falsas premisas. Con el fin de aclarar mis ideas, no estoy tratando aquà de discutir este tema con términos tales como la xenofobia, el nacionalismo o el racismo.
La necesidad de definir a "los otros" con el fin de reforzar el sentimiento de un grupo de pertenencia es un fenómeno bien conocido y eminentemente escrito acerca de en el campo de la antropologÃa social. Esto por supuesto no es también un modo de pensar únicamente sueco. Lo que es, sin embargo, posiblemente única en Suecia es la lÃnea divisoria entre la inclusión y la exclusión.
Si usted es una persona de color o hablas sueco con acento es suficiente para que pueda ser incluido en la categorÃa de inmigrante. No es suficiente con ser un ciudadano sueco y hablar sueco con fluidez y ser un profesional cualificado dentro del aparato estatal o en del gobierno.
Para dar un ejemplo me refiero a dos secretarios de Estado de los Estados Unidos, es decir, Henry Kissinger y Madeleine Albright. Parece que Estados Unidos tiene otro enfoque de la cuestión. En los EE.UU. todos los ciudadanos tienen que contribuir con su competencia a fin de construir el paÃs. Todos son necesarios, independientemente del origen o la articulación del habla.
En los Estados Unidos un hombre negro con un padre de Kenia se convirtió en presidente.
Los patrones sociales que están en práctica aquà en Suecia afectan no sólo a los ciudadanos nacidos fuera de Suecia, sino también para el paÃs en su conjunto. La ciudadanÃa en Suecia , aparentemente, no se define por la ley, es una cuestión cultural. El carácter sueco se encuentra en el ámbito de la mitologÃa y en este ámbito ni la lógica, el tiempo, la habilidad ni el valor de las acciones se les da alcance. El resultado de esto es la alienación social, un desarrollo por el que están luchando los polÃticos.
En mi opinión, en vista de este tipo de razonamiento inclusiva / exclusiva, los inmigrantes siguen siendo los inmigrantes para siempre, mientras que los suecos nativos heredan su carácter sueco.
Los debates casi cómica motivada por la publicación de los datos publicados por el Consejo Nacional Sueco para la Prevención del Delito (BrÃ¥) en relación con la mayor representación de los inmigrantes en ciertos crÃmenes cometidos en Suecia, ilustran el carácter patético de los intentos de algunos grupos para crear "los otros "en Suecia.
Salam Zandi es un académico sueco afiliado a la Universidad de Mälardalen.
No a dinero fiscal para difamar judÃos y homosexuales
La asociación de imanes de Suecia señala en su página web que la pena de muerte es un castigo legÃtimo para los homosexuales y acusa a los judÃos del dominio conspirativo del sistema financiero mundial. El periódico conservador Svenska Dagbladet reclama ahora la devolución de los casi 50.000 euros recibidos por la asociación en 2009 por parte de la administración en concepto de subvención: "La Oficina de la Juventud ha constatado que los fondos no se destinaron directamente a la creación de la página web. ... Con ello, la Administración considera que todo está en orden. ... Pero no podemos conformarnos con eso. Es preciso exigir el reembolso de los fondos. No puede ser que el dinero de nuestros impuestos vaya a parar a gente que agita los ánimos contra homosexuales y judÃos. No podemos aceptar una visión que permita que una asociación persiga a ciertas minorÃas por la noche, siempre y cuando calle su odio durante el dÃa. ... Y tampoco podemos excusarnos porque solo se apoya económicamente la fachada brillante. Pues en cualquier otro contexto, esta excusa serÃa inaceptable."
svd.se 13 de Octubre 2011